Jueves 14 de marzo de 2024. Aunque es un requisito obligatorio, muchos contribuyentes costarricenses que se dedican a los emprendimientos siguen sin emitir facturas electrónicas para validar sus transacciones.

Este fue uno de los hallazgos del estudio realizado por Alegra.com, una plataforma especializada en contabilidad y facturación para micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), donde se evaluó la situación actual de la facturación digital en el país.

Costa Rica ha logrado posicionarse como una de las economías regionales con mayor presencia de MiPymes en Latinoamérica, representando el 97,4% del total de empresas, según datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Sin embargo, este sector se ve notablemente afectado por la persistente informalidad en sus operaciones.

El Ministerio de Hacienda estableció la obligatoriedad de la facturación digital para todos los contribuyentes en 2019, mediante el Decreto 4180-H 2019. A pesar de esto, cinco años después, las Pymes son las que enfrentan mayores dificultades para cumplir con sus responsabilidades fiscales de manera formal.

Este fenómeno también se refleja en los resultados de una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) a las microempresas en hogares. Según los hallazgos, el 70% de las microempresas no emite ningún tipo de comprobante de compra. Dentro del restante 30%, solo el 23% opta por emitir comprobantes digitales.

De acuerdo con Jahzeel Cordero, líder estratégico de Alegra.com en Costa Rica, formalizar las operaciones a través de la facturación digital puede ser un desafío para los emprendedores costarricenses. No obstante, la formalidad trae grandes beneficios para el crecimiento de estos negocios.

Cordero explicó que las principales ventajas de la formalización incluyen un mejor control de las operaciones y mayor transparencia, lo que facilita el acceso a incentivos fiscales y oportunidades de financiamiento.