Viernes 17 noviembre 2023. ¿Siente que su eficiencia laboral ha disminuido? ¿A pesar de disfrutar su trabajo, ha notado una pérdida de pasión y un creciente aburrimiento? Si contestó afirmativamente, podría estar experimentando el síndrome de burnout o ‘del trabajador quemado’. Este padecimiento, reconocido por la OMS en 2019 como una enfermedad laboral, se ha vuelto cada vez más común.

Aunque el concepto ha estado presente por años, fue en 2020 cuando cobró mayor relevancia debido a los prolongados periodos de aislamiento durante la pandemia. 

¿Qué es exactamente?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como un: “síndrome derivado del estrés crónico en el entorno laboral que no se ha manejado de manera eficaz”. Se identifica por tres dimensiones significativas:

  • Sentimientos de fatiga o agotamiento,
  • Aumento del distanciamiento emocional respecto al trabajo o sentimientos negativos hacia este y
  • Disminución de la eficacia profesional.

Es innegable que los trabajadores en el continente americano enfrentan niveles elevados de fatiga y tensión, siendo un problema significativo. De hecho, el 83% de estos afirma que estos aspectos afectan su rendimiento tanto en sus roles laborales como en su vida familiar.

Estos datos provienen de la Encuesta de Diagnóstico de Bienestar, que examinó a más de un millón de trabajadores y 410 empleadores en Centroamérica, el Caribe, México, Argentina, Colombia, Chile y Brasil. Según este estudio, elaborado este año por la firma corredora de seguros WTW, el 77% de los trabajadores en la región siente preocupación por su salud, el 66% lamenta no dedicar suficiente tiempo al ejercicio físico y al 64% le preocupa el alto costo de vida.

¿Qué lo desencadena y cuáles son sus efectos?

Este síndrome suele originarse por factores laborales, principalmente:

  • Cargos que implican atención al público o una gran responsabilidad.
  • Interacciones diarias con jefes altamente exigentes o demandantes.
  • Jornadas laborales prolongadas y frecuentes.
  • Tareas repetitivas o monótonas.

Las manifestaciones más comunes abarcan:

  • Ansiedad, en ocasiones con episodios de pánico.
  • Hipersensibilidad emocional.
  • Depresión.
  • Irritabilidad.
  • Pérdida del apetito.
  • Disminución de la libido.

Cómo prevenirlo y combatirlo

¿Anhela preservar su entusiasmo laboral y prevenir este agotamiento o burnout?

–Cultivar la gratitud: Dedique cinco minutos al despertar a una práctica liberadora: la gratitud. Agradezca ya sea sentado sobre su cama o en su lugar predilecto, preparándose para abordar el día con una actitud positiva.

–Definir sus límites: Aprenda a decir ‘no’ cuando sea necesario y organice su tiempo para evitar sobrecargarse. Comprender sus límites es esencial para mantener un equilibrio saludable.

–Encontrar su propósito: Descubra la motivación que no solo impulsa su labor, sino que también da sentido a cada aspecto de su vida, recordándola en momentos desafiantes. Revisitar su propósito le permitirá recuperar enfoque y mantener una constante fuente de motivación.

–Establecer equilibrio: Es necesario buscar la armonía entre la vida personal y profesional. Para lograrlo, establezca límites (organizando su tiempo, aprendiendo a decir ‘no’ y desconectándose del trabajo) y cuide de sí mismo (aplicando técnicas de relajación, creando un sistema de apoyo y dedicándose a sus pasatiempos favoritos) con el fin de mantener una salud integral.

–Socializar siempre que se pueda: Aunque las responsabilidades laborales puedan complicar la interacción social, especialmente para aquellos que trabajan de forma remota, organice encuentros, ya sea virtuales o presenciales. Esto contribuirá a cultivar un ambiente laboral más feliz y tranquilo.

–Incluir instantes de pausa: Defina tres o cuatro momentos en el día (que no incluyan el almuerzo) para desconectarse y recargar energías. Aproveche estos instantes para disfrutar de un café, llamar a un ser querido o realizar una pausa activa.

–Alejarse de aquellos con actitudes negativas: Evite la compañía de personas con pensamientos negativos y propensas a quejarse, y de este modo, preserve su bienestar. Procure identificar sus círculos sociales laborales y construya relaciones saludables con sus colegas.

–Dormir aleja el estrés y agotamiento: El sueño es clave para la salud física y mental, incluyendo el manejo del estrés y el agotamiento. Desconéctese de las responsabilidades laborales o personales al menos 30 minutos antes de acostarse, evitando el uso de dispositivos electrónicos.

–Delegar tareas: Si ocupa una posición de liderazgo, identifique las responsabilidades que realmente dependen de su atención y delegue aquellas que pueden realizar terceros. Esto le permitirá enfocarse en lo más importante de su papel y cumplir con las expectativas de la empresa.

Enfrentar el síndrome de burnout demanda la adopción de prácticas como dormir suficiente y gestionar de forma adecuada los límites para preservar la pasión y la motivación laboral. Estas estrategias no solo fortalecen la resistencia al burnout, sino que también fomentan un entorno laboral más saludable y equitativo. Cuidar de nuestra salud integral es esencial para afrontar las crecientes presiones sociales y laborales, contribuyendo así a una cultura laboral que prioriza el bienestar de sus profesionales.

Enfrentar el síndrome de burnout demanda la adopción de prácticas como asegurar un adecuado descanso y gestionar de forma eficaz los límites, con el fin de preservar la pasión y la motivación laboral. Estas estrategias no solo fortalecen la resistencia al burnout, sino que también promueven un entorno laboral más saludable y equitativo. Cuidar de nuestra salud integral es esencial para afrontar las crecientes presiones sociales y laborales, contribuyendo así a una cultura laboral que prioriza el bienestar de sus profesionales.