La primera mitad del año estuvo marcada por un impacto  directo en el tipo de cambio en algunos sectores productivos. En general la  volatilidad del dólar dificulta la planificación financiera para las empresas. Este factor  impacta los márgenes de beneficio, los presupuestos y la rentabilidad del negocio. 

“El tipo de cambio, la inseguridad y el desempleo son tres desafíos importantes que  enfrenta Costa Rica. Estos fueron determinantes en la primera parte de este 2024.  Abordar estos problemas requiere un enfoque integral que incluya políticas  económicas sólidas, medidas de seguridad efectivas y estrategias para fomentar la  creación de empleo y el desarrollo económico inclusivo”, explicó Carlos Camacho,  socio director de Grupo Camacho Internacional y experto en negocios  internacionales. 

La generación de empleo a nivel nacional, así como la base de personas que  conforman la fuerza laboral, llega a tener una relación con el consumo de los  hogares y su calidad de vida; también tiene un impacto directo en la inseguridad  ciudadana, que aumenta la incertidumbre. En el corto plazo, el panorama no se ve  muy distinto.  

“Con respecto al tipo de cambio es poco lo que uno se puede atrever a prever. Nos  encontramos en un momento en el que cuesta entender el bajo precio del colón  respecto al dólar. Recuerden que, apenas a inicios del gobierno estuvimos rozando  los 700 colones por dólar, para luego tener una baja estrepitosa. No queda más que  esperar para vivir la evolución del tipo de cambio, que debería tender, aunque sea  a pocos, al alza, agregó Camacho. 

Algunos consejos para sobrellevar este segundo semestre: 

1. Manejo inteligente del flujo de caja: para importaciones, exportaciones y  turismo un manejo inteligente del flujo de caja es fundamental, esto implica  estrategias que buscan maximizar beneficios económicos, sociales y  ambientales, minimizando riesgos y asegurando sostenibilidad a largo plazo 

2. Toma de decisiones difíciles: ¿Cómo se encuentra la estabilidad del país?  Tanto en el campo económico como jurídico y ¿Cómo afecta esto el giro de  negocio y el comportamiento del consumidor?, son preguntas que se deben  analizar. Además de realizar un análisis minucioso de la competencia, es un  ejercicio que puede brindar información valiosa para decisiones estratégicas y aprovechar oportunidades de crecimiento empresarial, especialmente en  tiempos de cambio. 

3. Gestión de salarios: La gestión de salarios en un entorno como el actual es  vital para dar viabilidad a los negocios. El peso salarial en las empresas es  tal que puede ser motivo para que algunos inversores desestimen al país  como punto de localización. Es esencial encontrar un equilibrio que  promueva la competitividad y el bienestar de los trabajadores, sin afectar la  capacidad del país para atraer inversiones y estimular el crecimiento  económico. 

En Costa Rica más del 90% del parque empresarial está compuesto por micro y  pequeña empresa. Son esos empresarios quienes más lo sufren, con flujos de caja  mucho más apretados y condiciones más complejas para financiarse. “Recordemos  que todo está interconectado. Si las empresas grandes y medianas tienen  problemas, las micro y pequeñas también lo tendrán por los encadenamientos de  proveedores y por la capacidad de compra de la población,” explicó Carlos Morales,  Socio de Grupo Camacho Internacional. 

“Como país necesitamos que el gobierno tome medidas seguras y prontas para que  esto no trascienda y afecte las nuevas inversiones que vendrían a aportar nuevos  capitales. En los últimos 18 meses el dólar se ha depreciado cerca de un 25%. En  muchos casos, las empresas deben de hacerle frente a ingresos en dólares y gastos  en colones, afectando su rentabilidad frente a este desajuste cambiario” manifestó  Vanessa Vega, Socia de Grupo Camacho Internacional y Especialista en  Regímenes Especiales y Aduaneros de Grupo Camacho Internacional. 

“El accionar para este segundo semestre de los empresarios debe ser un trabajo  con lupa sobre sus finanzas, para asegurar un cierre de año con resultados  positivos. Aún estamos a tiempo de convertir el 2024 de Costa Rica, de un año con  una economía apagada (aunque los datos macroeconómicos sean positivos) a una  economía en recuperación” concluyó Camacho Córdoba.