El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe hizo un recuento de los activos naturales, acciones y desafíos costarricenses en tres líneas definidas: Impactos del cambio climático y la urgencia de las políticas de adaptación; emisiones de gases de efecto invernadero y la necesidad de contribuir a la mitigación global; y ecosistemas y biodiversidad y la necesidad de preservar el capital natural.

Los planteamientos fueron expuestos por el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados, en la presentación del Reporte de Economía y Desarrollo (RED) titulado: “Desafíos globales, soluciones regionales: América Latina y el Caribe frente a la crisis climática y de biodiversidad”.

“Costa Rica es uno de los países que albergan mayor diversidad biológica a nivel mundial, por lo que es considerado uno de los 20 países con mayor biodiversidad del mundo. Las más de 500.000 especies que se han identificado en este pequeño territorio representan cerca del 4% del total de las especies estimadas a nivel mundial.

Sin embargo, al igual que en la región, esta biodiversidad está en peligro”, afirmó Díaz-Granados.

Por su parte, la ministra de Desarrollo Humano e Inclusión Social – Instituto Mixto de Ayuda Social, Yorleni León Marchena, manifestó que el cambio climático es uno de los temas que ha puesto a la humanidad sobre las cuerdas. Pocos temas nos han arrinconado tanto como el tema del cambio climático. Dimensionarlo, entenderlo y empezar a decidir sobre este tema tan intenso no ha sido sencillo para ninguno de los países y para ninguna de las autoridades.

El economista de la Dirección de Investigaciones Socioeconómicas de CAF, Ricardo Estrada, explicó que los desafíos para preservar el capital natural: “el cambio en el uso de suelo es el principal canal por el cual la actividad humana degrada los ecosistemas y la biodiversidad en América Latina y el Caribe. }

El 39% de la superficie de Costa Rica se conserva en estado natural o seminatural, porcentaje que se encuentra por debajo del promedio de ALC (45%), pero por encima del promedio de México y Centroamerica (27%). El cambio en el uso de suelo se encuentra fuertemente vinculado al sector agropecuario: el 33% de la superficie de Costa Rica se dedica al pastoreo y el 15% a cultivos, mientras que los asentamientos humanos ocupan el 13% del territorio. Por tal motivo, es necesario fortalecer el sector agropecuario impulsando la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria”.

Los impactos del cambio climático ya se están comenzando a sentir en Costa Rica y en el resto de América Latina y el Caribe, por ello la urgencia de implementar políticas de adaptación, incluyendo a las soluciones basadas en la naturaleza.