- En general, las remesas en América Latina han crecido a un mayor ritmo, un 10% anual desde 2014 en comparación con el 4% a nivel mundial.
- El corredor Estados Unidos-México es el mayor canal de remesas del mundo, con un volumen en 2023 de 65.000 millones de dólares.
Centroamérica – 21 de marzo de 2024 – Mastercard publicó hoy un informe sobre el estado de los pagos transfronterizos, también conocidos como remesas, en América Latina. Las remesas son clave para fortalecer la inclusión financiera en la región, el impulso de las economías y la mitigación de la pobreza, ya que suelen servir como fuente esencial de ingresos para las personas de las comunidades de ingresos medios y bajos. Según la Organización de las Naciones Unidas, 800 millones de personas en todo el mundo (aproximadamente una de cada diez a nivel global) viven en hogares que reciben remesas internacionales. En América Latina, las remesas han crecido más rápido que a nivel mundial (10% anual desde 2014 frente al 4% mundial).
En 2022, el volumen de remesas formales en América Latina alcanzó los 146.000 millones de dólares, más del doble que hace una década, y un crecimiento de 25 veces en los últimos 30 años. Según las proyecciones, 2024 marcará un cambio hacia una mayor velocidad, simplicidad y seguridad a medida que las remesas digitales comiencen a superar el envío de dinero físico a través de las fronteras. Gracias a años de digitalización acelerada, los consumidores de América Latina cuentan ahora con una alta penetración de la telefonía móvil, un mayor acceso a Internet y menos personas no bancarizadas, lo que ha impulsado el crecimiento de las remesas digitales en la región. De hecho, a medida que estas tendencias continúan dando forma a la agenda digital en América Latina, se espera que generen un incremento de 20.000 millones de dólares en remesas digitales para 2026.
En los últimos años, los proveedores tradicionales han permitido la digitalización y han dado paso a nuevos actores en la industria, incluyendo fintechs, billeteras digitales, compañías de blockchain y otras empresas de tecnología, respondiendo a las tendencias observadas en la industria de remesas de América Latina:
- El corredor Estados Unidos-México es el mayor canal de remesas del mundo, con un volumen para 2023 de 65.000 millones de dólares.
- En El Salvador, 2 de cada 10 familias que reciben remesas viven en la pobreza.
- En Guatemala, al menos 1 de cada 3 hogares cuenta con las remesas como principal fuente de ingresos.
- En Honduras, los receptores de remesas representan el 50% de todos los hogares.
- En Sudamérica, la inflación y la inestabilidad política de la región son motores de los flujos migratorios y de remesas, que a menudo utilizan fintech y blockchain para evitar los problemas que surgen al utilizar el sistema tradicional.
Puntos débiles para la adopción
A pesar del enorme volumen y el impacto positivo de las remesas, el sector sigue enfrentándose a importantes retos que limitan la plena digitalización y adopción, como la falta de transparencia, confianza y seguridad en el sistema; la escasa experiencia digital de los usuarios y la lentitud de las transacciones. Además, la regulación es quizás uno de los problemas más graves, dada la falta de coherencia jurídica, reglamentaria y operativa de las diversas jurisdicciones mundiales.
También sigue existiendo una brecha de exclusión financiera que afecta a las comunidades desatendidas o no bancarizadas. Según el informe global de Mastercard Borderless Payment 2023, más de un tercio de los encuestados afirma que sus familias en casa tienen opciones limitadas para acceder al dinero que envían, y casi uno de cada cuatro informó que su familia debe viajar grandes distancias para acceder a su dinero.
Esto revela la exclusión financiera y digital, así como el subdesarrollo de la infraestructura financiera y digital (por ejemplo, la falta de cobertura 4G, la baja penetración de teléfonos inteligentes y la ausencia de bancos o agentes minoristas de remesas) presentes en la región.