El candidato a la presidencia en Argentina Javier Milei del partido La Libertad Avanza, propuso dolarizar la economía del país para frenar la fuerte inflación que vive el país. Esta propuesta generó un debate en la nación sudamericana sobre los beneficios y perjuicios que podría acarrear la medida, además de las etapas que debería realizarse para poder aplicar la medida.

En la actualidad, 8 países en el mundo usan el dólar como divisa oficial. Además de Micronesia, Palaos, Timor Oriental y Zimbabue, tres naciones latinoamericanas se encuentran dolarizados. Estas tres naciones son: Ecuador, Panamá y El Salvador.

Que los políticos en campaña propongan dolarizar el país no es algo nuevo, ocurre en todos lados, inclusive en Costa Rica el Libertario Otto Guevara propuso para la presidencia del 2010 cerrar el Banco Central y dolarizar la economía. No obstante, que este sea un debate recurrente, pocos son los países que se han atrevido a intentarlo.

¿Qué es dolarizar?

Dolarizar implica la sustitución absoluta de la moneda de un país por una moneda más fuerte y estable principalmente el dólar. Desde hace casi 30 años, cuando se presentó el final del sistema de tipos de cambio fijos establecido en Bretton Woods, se ha hecho más difícil para las economías escoger el sistema de tipos de cambio de su moneda.

El principal atractivo de dolarizar o de sustituir la moneda por otra más fuerte es que elimina el riesgo de devaluación fuerte o repentina del tipo de cambio del país. Con esto el país se enfrenta un menor riesgo de tener que pagar altas tasas de interés por sus préstamos internacionales.

No obstante lo anterior, también existen problemas asociados a la dolarización. El primero de ello, es que el Estado pierde capacidad de establecer política monetaria para enfrentar fuertes subidas de las tasas de interés o problemas inflacionarios.

Miguel Cantillo, economista y profesor de la Universidad de Costa Rica considera que: “el lado bueno es que el país dolarizado tiene una moneda más estable que no sufre fuertes devaluaciones, el lado malo es que es como si Costa Rica tercerizara la política monetaria a la Reserva Federal de los Estados Unidos, eso no es del todo malo y funcionaría so Costa Rica y Estados Unidos tuvieran los mismos ciclos económicos, pero a veces eso no se cumple; para ponerle un ejemplo a principios de año Estados Unidos empezó a sufrir una inflación acompañada de una corrida de cuentas en los bancos de Silicon Valley, por lo que la Reserva federal intervino, esa intervención no la hace la reserva Federal pensando en los objetivos de la economía costarricense, generando problemas”.

Esto limita el margen de acción del Banco Central. Actualmente el Banco Central puede controlar la inflación haciendo uso de los principales instrumentos de política monetaria como la tasa de interés y el encaje legal. Con estos instrumentos, puede incrementar o disminuir la liquidez en la economía y con ello, tener efectos sobre la inflación. Al dolarizar la economía, el Banco no tendría herramientas para controlar la liquidez. Esto generaría una mayor dependencia a la economía estadounidense.

Un tercer problema es que esto provocaría problemas en la política fiscal del país. Shirley Álvarez investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica apunta que: “el Banco Central puede controlar la inflación haciendo uso de los principales instrumentos de política monetaria como la tasa de interés y el encaje legal. Con estos instrumentos, puede incrementar o disminuir la liquidez en la economía y con ello, tener efectos sobre la inflación. Al dolarizar la economía, el Banco no tendría herramientas para controlar la liquidez”.

Ambos investigadores concuerdan que entre los elementos positivos se encuentran una mayor seguridad para la atracción de inversiones y mayores facilidades para el comercio internacional.

¿Qué proceso debe hacerse para dolarizar?

Según Shirley Álvarez “Es un proceso complejo. Al adoptar oficialmente el dólar como moneda de curso legal, podrían requerirse cambios en la legislación. La banca y las instituciones financieras tendrían que ajustar sus operaciones para trabajar en dólares. Así mismo, los precios de los bienes y servicios, los contratos (salarios) y transacciones comerciales también se tendrían que ajustar para utilizar el dólar como unidad de cuenta”.

Pero no solo eso, hay una serie de temas importantes a tratar. El primero de ellos es cómo se va a hacer el proceso de sustitución de la moneda local por dólares. “Aquí hay un tema importante, apunta Cantillo. Según el profesor de la Universidad de Costa Rica, existe un diferencial cambiario entre el valor de la moneda local y la cantidad circulante, además algunos Bancos Centrales han operado en el pasado con pérdidas que no se han resuelto, todo eso tiene que asumirse para poder realizar el cambio”.

Esos diferenciales tienen un costo monetario que debe ser resuelto, para ello puede haber varias opciones, la primera de ellos es el endeudamiento. El Estado pide préstamos para poder compensar este diferencial, sin embargo, eso genera un problema, aumenta el endeudamiento del país, ese dinero se tendrá que pagar en el futuro. Otra forma, es devaluando la moneda. Una de las críticas más fuertes a la dolarización argentina, es que esto se podría hacer devaluando la moneda, los especialistas en economía de ese país sudamericano estiman que el dólar podría costar más de 2000 pesos para poder equipararlos, en otras palabras, la dolarización podría ocasionar justamente lo que se quiere evitar.

Javier Milei propone una tercera forma y es poner a responder por ese diferencial a la riqueza petrolera y minera del país. Esto es un doble problema, por un lado, no cualquier país puede hacerlo, sino que además el país estaría sacrificando aún más su soberanía e independencia ante los Estados Unidos.

El siguiente paso, para dolarizar es definir la fecha de la transformación, desde ese momento tiene que no solo cambiarse la legislación, sino que debe resolverse problemas contractuales, transformaciones en los contratos financieros. Todo esto es lento y podría traer problemas si no se resuelven bien.

En fin la dolarización es una medida no exenta de riesgos y problemas, sin embargo, también acarrea beneficios a las economías que la aplican.