Señala informe del Estado de la Nación 2023.

23 de noviembre de 2023. Costa Rica, conocida por su asombrosa belleza natural y estabilidad política, se encuentra en medio de desafíos económicos que requieren atención urgente. A pesar del dinamismo experimentado por el sector externo, principalmente impulsado por las zonas francas, persiste una brecha productiva entre el régimen especial y el definitivo, generando preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo plazo.

El régimen especial, liderado por las zonas francas, ha desempeñado un papel crucial en el crecimiento económico de Costa Rica. Con un aumento del 11,9% en 2022, estas áreas han sido fundamentales para diversificar destinos y productos en el mercado internacional. 

Se atribuye este éxito a políticas efectivas de atracción de inversión extranjera directa, fomento al sector exportador, una institucionalidad innovadora y beneficios fiscales.

Entre los logros se encuentra el fortalecimiento de las ventas de dispositivos médicos en mercados clave como Estados Unidos y Asia.

A pesar de estos éxitos, el desempeño brillante no se replica de manera equivalente en el régimen definitivo, que representa el 87% de la producción y creció modestamente en un 3,4%. Este sector, compuesto principalmente por actividades tradicionales, enfrenta desafíos debido a una plataforma institucional rezagada y dispersa, según revela el reciente Estado de la Nación.

Aunque se informó una reducción en el dinamismo en julio de 2023 para el régimen definitivo, el impacto de las zonas francas no es suficiente para impulsar la economía interna, que crece lentamente y se rezaga en productividad. Según la OCDE, las mejoras en la productividad son cruciales para el crecimiento económico y la generación de empleo.

Desde 2016, la productividad en Costa Rica ha experimentado un aumento sostenido, impulsado principalmente por las zonas francas, que han crecido un 10,9%. En contraste, el resto de la producción ha experimentado un nivel de descenso del 0,1%. 

La conexión de las empresas con el mercado internacional ha llevado a la búsqueda constante de certificaciones internacionales y la diferenciación de la oferta exportable.

Sin embargo, el éxito de las zonas francas no ha logrado trascender al resto del tejido empresarial, y la producción fuera del régimen especial se encuentra estancada en términos de productividad. 

La falta de contenido tecnológico en el 75% de las exportaciones del régimen definitivo destaca la necesidad de una mayor inversión en educación para contar con un recurso humano mejor calificado.

Promover una educación que fomente habilidades tecnológicas e investigación podría ser la clave para superar este desafío, señala el estudio. Esto permitiría diversificar las inversiones de capital en infraestructura avanzada, tecnología e investigación, evitando la concentración exclusiva en las zonas francas.