Costa Rica fue retirada oficialmente de la lista gris de países no cooperantes de la Unión Europea después de introducir enmiendas a los aspectos perjudiciales de su régimen de exención a ingresos de fuentes extranjeras.

El proyecto de ley que permitió la salida de Costa Rica de la lista gris ha generado opiniones encontradas en el país. Por un lado, la Uccaep elogió la reforma, especialmente por excluir el pago de impuestos por rentas pasivas en el extranjero. Según la cámara empresarial, esto dotará a Costa Rica de mayor competitividad en el mercado internacional, esencial para una economía emergente y abierta al mundo.

Sin embargo, organizaciones como la Cámara Nacional de Economía Social Solidaria (Canaess) y el sindicato del Banco de Costa Rica (Unebanco) critican la medida. Gustavo Bonilla, señaló que el proyecto no resuelve el problema de fondo que es la desigualdad tributaria. Se quejó de que las pequeñas empresas, que no tienen los recursos para aprovechar las lagunas fiscales, quedan en desventaja y que esto afecta tanto a las organizaciones de economía social como a los consumidores.

Jonathan Blanco, secretario de Unebanco, destacó que la gestión tributaria en el país sigue siendo insuficiente y que el abuso del Régimen de Zonas Francas crea un ambiente de competencia desleal. Según Blanco, las grandes multinacionales eluden y evaden impuestos mientras que las empresas nacionales, que no informan utilidades debido a las operaciones en la Zona Franca, terminan pagando más, lo que agrava la disparidad económica.

Por su parte, el Gobierno de Costa Rica recibió la noticia con satisfacción, pero con cautela. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, expresó su preocupación por el hecho de que el país todavía esté en la lista de observantes de la Unión Europea. Rodríguez instó a la necesidad de hacer reformas al código tributario para cumplir con los estándares de intercambio automático de información establecidos por la OCDE, algo que, según él, no ha avanzado en la comisión especial.

A pesar de la salida de la lista gris, las preocupaciones persisten en Costa Rica. La controversia en torno a la reforma tributaria subraya la necesidad de un debate continuo sobre las políticas fiscales y la equidad económica en el país, mientras se busca un equilibrio entre la competitividad internacional y el bienestar de la población local.