Martes 20 de febrero del 2024. ¿Alguna vez se ha encontrado en la situación de leer un libro o estudiar, y por más que se esfuerce por memorizar algo, termina teniendo que volver a leer las páginas una y otra vez porque no puede retener la información?
Aunque la capacidad de la memoria depende de cada persona, tener dificultad para acordarse de cosas puede ser normal cuando se deja de lado “ejercitarla” adecuadamente. Y es que pocos saben que esta habilidad de nuestro cerebro se puede fortalecer, al igual que nuestros músculos cuando entrenamos en el gimnasio.
Por eso, los expertos recomiendan los juegos mentales, ya que se ha comprobado que son ideales para mejorar diversas habilidades cognitivas, incluida la memoria. Uno de esos juegos es el método ‘123’.
La característica principal de este ejercicio es que le ayuda a memorizar información de manera espaciada, sin la presión de aprender algo de una sola vez. Trabaja el cerebro en intervalos para que pueda retener la información a largo plazo.
¿Cómo practicar el método ‘123’?
Es simple pero efectivo para cualquier edad. Debe ubicarse en un lugar tranquilo y silencioso para sacar el máximo provecho. Aquí le explicamos cómo:
- Día 1, aprender: En esta etapa inicial, debe sumergirse en toda la información que desea recordar. Lea, tome notas y haga todo lo necesario para familiarizarse con el material.
- Día 2, revisar: El segundo paso consiste en repasar lo que aprendió el día anterior. Es normal olvidar algunos detalles, por lo que esto le ayudará a refrescar la memoria y a sentirse más seguro con la información que leyó previamente.
- Día 3, repetir: El tercer día, repita la revisión del material de estudio. Al hacerlo, su cerebro fortalecerá aún más las conexiones con la información, lo que facilitará recordar lo que ha leído.
Después de terminar este ciclo, debe tomar un descanso de una semana o, al menos, un par de días para volver a estudiar la información.
Según los especialistas, el método ‘123’ es una técnica que funciona, pero que requiere que las personas que lo practiquen sean rigurosas y que planeen bien sus tiempos, pues la forma en la que ayuda a mejorar la memoria es precisamente el espacio entre los tiempos de estudio.
Por ejemplo, si tiene un examen, lo mejor será que se organice y comience a estudiar al menos 10 días antes, para que tenga tiempo de hacer los primeros tres días (123), esperar una semana y volver a revisar la información nuevamente.
Ese espacio intermedio es el momento en que su cerebro se ejercita, ya que cuando «casi» ha olvidado algo, trabaja mucho más para intentar extraer la información de su memoria. Esto fortalece su memoria y le beneficia para que pueda tener un mejor desempeño y pueda concentrarse al máximo.
Fuente: La Tercera y Revista Vida y Éxito.