Abordar la ciberseguridad y el cambio climático para una sociedad sostenible

Por: Barbara Maigret, directora Global de Sostenibilidad y RSC de Fortinet

La tecnología desempeña un papel crucial a la hora de ayudar a reajustar los sistemas e infraestructuras necesarios para lograr y mantener una sociedad sostenible.

Nuestra sociedad se enfrenta a importantes desafíos que deben abordarse rápidamente para evitar alteraciones que puedan amenazar vidas. El primero es el cambio climático, que representa un riesgo para nuestro planeta físico. Según el Informe de Riesgos Globales 2022 del Foro Económico Mundial, la actual crisis climática sigue siendo el desafío a largo plazo más importante de la humanidad. El segundo es la ciberseguridad, que se ha convertido en un amplio problema de sostenibilidad, amenazando nuestra sociedad conectada en evolución y la economía digital de la que ahora dependen individuos, organizaciones y naciones.

Aunque estos problemas pueden parecer muy diferentes, según la «Declaración para el Futuro de Internet» (recientemente emitida por los Estados Unidos y más de 60 países y socios firmantes), la tecnología desempeña un papel crítico en «la lucha contra el cambio climático global», lo que, a su vez, hace que asegurar la tecnología sea aún más urgente.

Afortunadamente, los enfoques para abordar estos retos son notablemente similares. Incluyen el cambio de comportamientos, la financiación de la innovación, el establecimiento de normas estrictas y aplicables, y el fomento de la colaboración entre industrias e intereses.

Motivar el cambio de comportamiento a través de la concientización

Una de las barreras más importantes para abordar estos desafíos es la naturaleza humana. Entonces, el primer paso para abordar estos problemas es cambiar los comportamientos, y eso se hace a través de la concientización.

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El conocimiento ayuda a las personas a comprender las causas y consecuencias del calentamiento global y las alienta a cambiar su comportamiento. Una encuesta reciente consultó a más de 3.000 personas de ocho países sobre su conciencia del cambio climático. Incluso durante la pandemia, el 76% de los encuestados declaró que las cuestiones medioambientales eran igual o más preocupantes que las sanitarias. Y el 70% dijo que era más consciente ahora que antes de COVID-19 de que la actividad humana amenaza el clima y que la degradación del medio ambiente amenaza a los seres humanos. También expresaron su compromiso de cambiar su comportamiento para apoyar una estrategia de sostenibilidad.El paso más vital en la lucha contra los ciberataques es mejorar nuestra primera línea de defensa. Según el Informe de Investigaciones de Violación de Datos de Verizon 2021, el 85% de las filtraciones de datos tienen que ver con un error humano. Abrir un archivo adjunto malicioso en un correo electrónico, olvidarse de cambiar la contraseña, desconfigurar un dispositivo o no aplicar una actualización siguen siendo las formas más comunes como los atacantes penetren en una red. Proporcionar a una fuerza laboral la información más reciente sobre amenazas específicas para la empresa y explicar claramente su papel esencial en la protección contra ellas – tanto en el trabajo como en casa- son vitales para asegurar las redes corporativas y mantener a los usuarios seguros en línea.

Combatir el cambio climático y el riesgo de ciberseguridad mediante la innovación

La tecnología desempeña un papel crucial a la hora de ayudar a reajustar los sistemas e infraestructuras necesarios para lograr y mantener una sociedad sostenible.

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La innovación tecnológica verde en todos los sectores y las fuentes de energía renovables son esenciales para afrontar el reto global del cambio climático. Según la Iniciativa Global de Sostenibilidad Electrónica, la tecnología tiene el potencial de contribuir a los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. La tecnología y la innovación tienen el poder de implementar la transformación climática y abordar los desafíos críticos del cambio climático. Las nuevas tecnologías IoT se están distribuyendo a nivel mundial para mejorar la toma de decisiones basada en datos para aumentar la eficiencia energética, amplificar la efectividad de las tecnologías «verdes» como la energía eólica y la bioenergía, y reducir aún más nuestra dependencia de la generación de electricidad a base de carbón.A medida que nuestra sociedad acelera su dependencia de la tecnología para garantizar un futuro sostenible, la ciberseguridad se convierte en una misión crítica. Los proveedores de ciberseguridad deben desarrollar soluciones que puedan seguir el ritmo de los avances tecnológicos y abordar el modo como empresas, gobiernos y individuos en día utilizan la tecnología. Por ejemplo, para escalar y adaptarse al mundo digital actual en rápida evolución, la ciberseguridad está aprendiendo a aplicar inteligencia artificial avanzada y aprendizaje automático para analizar volúmenes masivos de datos para detectar violaciones sofisticadas y actividad de red inusual. También tiene que consolidar las soluciones para que la automatización pueda aprovecharse mejor y así, acelerar el tiempo de respuesta a las amenazas.

Cumplimiento para el cambio climático y la ciberseguridad a través de regulaciones

La reglamentación y las normas internacionales son necesarias para impulsar un cambio de comportamiento, sobre todo si esperamos que ese cambio se produzca en el limitado plazo de tiempo disponible.

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Para garantizar que el proceso se lleva a cabo de forma constante, son esenciales los marcos mundiales. El Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD) se ha convertido en una norma mundial para la divulgación constante de los riesgos financieros relacionados con el clima. La Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que entrará en vigor en 2023, exige a todas las grandes empresas que informen sobre su impacto social y medioambiental. Y en Estados Unidos, el proyecto de norma de la SEC obliga a las empresas públicas a divulgar amplia información relacionada con el clima en sus presentaciones ante la SEC a partir del año fiscal 2023. Estas y otras medidas similares ponen en foco a los acuerdos más genéricos que han adoptado los gobiernos, como el Acuerdo de París.Un conjunto unificado de prácticas y regulaciones sirve como un mapa compartido y un punto de referencia para las organizaciones que buscan proteger las infraestructuras digitales. Las directrices ampliamente aceptadas para la ciberseguridad, como las normas de certificación NIST e ISO 27000, ayudan a las organizaciones a implementar las mejores prácticas y tecnologías. Por otro lado, las regulaciones como GDPR e HIPAA garantizan la privacidad de los datos, protegen la información de identificación personal (PII) y obligan a las organizaciones a informar sobre las infracciones. Estos estándares son vitales para garantizar que los requisitos de seguridad se cumplan de manera consistente, utilizando las mejores prácticas y soluciones compatibles. Las regulaciones actuales y propuestas están diseñadas para tener el mismo efecto que las que se dirigen al cambio climático.

Abordar el cambio climático y la ciberseguridad a través de la colaboración

En una era de especialización, debemos desarrollar relaciones de colaboración público-privadas que nos ayuden a abordar con mayor eficacia el cambio climático, la ciberseguridad y otros retos emergentes.

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Como se destacó claramente durante la COP26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021), salvar al planeta del cambio climático no será posible sin asociaciones estrechas entre los gobiernos, las ONG, el sector privado y el público. Será necesario un esfuerzo colectivo si queremos cumplir con los objetivos de reducción de la temperatura global y las emisiones establecidos por el Acuerdo de París, los nuevos requisitos regulatorios y de cumplimiento, y los 17 objetivos de la ONU.La carrera armamentista contra los ciberdelincuentes no se puede ganar sin la colaboración global. Proveedores, empresas, agencias públicas y gobiernos tienen un papel que desempeñar, ya sea a través de coaliciones locales, organizaciones nacionales o foros internacionales. Interrumpir las actividades de ciberdelincuencia y desmantelar la infraestructura de ataque es una responsabilidad conjunta que requiere relaciones sólidas y de confianza entre las organizaciones públicas y privadas.

Conclusión

Luego de que los líderes de todo el mundo se reunieran en Davos para discutir los problemas críticos que están afectando la sostenibilidad de nuestro planeta y la sociedad, es preciso considerar tanto el cambio climático como la ciberseguridad como parte integral para hacer un mejor futuro para todos. Aunque cada uno de ellos tiene sus propios retos, también se superponen cada vez más a medida que nuestro mundo digital y físico sigue convergiendo. Abordar uno repercute necesariamente en el otro. Si un número suficiente de personas se pasan a la energía renovable, un número suficiente de empresas toman las precauciones necesarias para proteger sus sistemas y datos, y un número suficiente de gobiernos se esfuerzan por igualar las condiciones digitales, podemos hacer que nuestro mundo sea sostenible.