Las bioingenierías se consolidan como uno de los sectores más prometedores del país, al impulsar la innovación en salud, generar miles de empleos y fortalecer la competitividad de Costa Rica en el mercado global de dispositivos médicos.

Cuando pensamos en desarrollo, solemos asociarlo con infraestructura o crecimiento económico. Sin embargo, las bioingenierías se han convertido en un sector clave para el presente y futuro del país, al vincular innovación tecnológica con la prevención de enfermedades y la mejora en la calidad de vida.

En Costa Rica, estas disciplinas han impulsado el sector de ciencias de la vida, que hoy cuenta con más de 90 empresas de dispositivos médicos, genera alrededor de 58.000 empleos directos y se ha consolidado como el principal rubro de exportación. Costa Rica es ya el segundo exportador de dispositivos médicos en América Latina, fabricando desde aquí productos que llegan a América, Europa, Asia y Oceanía.

Este crecimiento representa una oportunidad, pero también un reto: se requiere formar más profesionales en biomedicina, biotecnología y electromedicina, carreras con gran potencial de empleabilidad. Al mismo tiempo, es indispensable fortalecer las condiciones del ecosistema tecnológico para asegurar la permanencia de estas empresas y atraer nuevas inversiones.

Las bioingenierías son hoy una estrategia esencial para la transferencia tecnológica, la innovación en salud y la competitividad del país. Impulsarlas es apostar por el bienestar de la población y por una Costa Rica más preparada para los desafíos del futuro.